Una buena sesión de entrenamiento sobre escaleras o gradas equivaldrá a más de un día de gimnasio en plan intensivo. Un ejercicio de fuerza imprescindible. Además de fortalecer nuestro “chasis”, como hemos mencionado anteriormente, practicar con frecuencia nuestros circuitos harán que nuestra técnica de carrera mejore notablemente, lo que nos hará ahorrar energía y evitar vicios que pueden desembocar en serias lesiones. Tenemos que enseñarle a nuestro cuerpo a aprovechar la fuerza de la gravedad para ahorrar impulsión y de paso ahorrar energía.
Hay distintos trabajos: Subir corriendo entre 30 y 40 escalones de uno en uno. Bajar trotando y repetirlo cuatro veces.
• Subir los escalones corriendo de uno en uno, sin saltarse ninguno y elevando rodillas. Requiere velocidad y concentración. • Subir los escalones de dos en dos. Repetirlo tres veces. • Lo mismo que antes, pero subiendo los escalones de tres en tres. • Subir los escalones de uno en uno saltando con los pies juntos. • Subir a la pata coja alternando la pierna cada 10 escalones. • Lleva el cuerpo adelantado curvando la cadera, no la cintura • No mires hacia abajo, fija la vista horizontal para mantener la cabeza recta • Toma contacto por debajo de la proyección de tu cuerpo. Un apoyo próximo implica potencia y equilibrio. • Mantén las rodillas flexionadas en todo momento, incluso cuando contactes con el suelo. • Los codos han de flexionarse 90º y las manos no deben sobrepasar ni el pecho ni la cintura. • Apoya con el metatarso en vez de con el talón, así tu tobillo ayudará a absorber parte del impacto
Fuente: Runners
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