Ubicamos una gran señal de "NO PASAR" frente a la situación postural que nunca deberíamos practicar. Te mostramos la forma correcta de ejecutar cada ejercicio abdominal.
Si alguien nos sujeta las extremidades, facilitamos al psoas iliaco la posibilidad de hacer palanca para elevar el tronco. Los abdominales perderán efectividad y el psoas se tonificará por partida doble.
Al extender nuestras piernas, aumentaremos la curvatura lumbar, sobre todo cuando nuestros abdominales no están especialmente tonificados. Las flexo-extensiones de piernas y los ejercicios como pedaleos con las piernas en diagonal tonifican mucho más al psoas que a los abdominales. Si se desciende por debajo de este nivel.
Sí, es cierto que se trabajan los abdominales, pero la tensión lumbar es demasiado elevada.
La presión provocada por los ejercicios abdominales inapropiados también se dirige abajo hacia el suelo pélvico o periné y, al igual que el abdomen, lo va distendiendo haciendo que pierda parte de su funcionalidad.
El resultado es una posible incontinencia urinaria, prolapsos (descolgamientos de los órganos internos como la matriz, vejiga o recto) y hasta disfunciones sexuales.
Esta situación se puede compensar contrayendo el suelo pélvico a la vez que se realiza la contracción abdominal. El deterioro de la musculatura pélvica causa la incontinencia urinaria y perjudica también la calidad de las relaciones sexuales.
En el caso de la mujer, ésta no recibe suficiente estimulación y los orgasmos son menos intensos o no llegan a alcanzarse, pudiendo, incluso, llegar a producirse incontinencia urinaria durante el coito.
Toda mujer, fundamentalmente la deportista, debería mantener un buen tono en los músculos del suelo pélvico, ejercitándolos. Se puede hacer en cualquier momento, es tan sencillo como imaginar que elevamos el ano y la vagina, realizando muchas repeticiones a lo largo del día y de vez en cuando algunas repeticiones con mucha fuerza, para reforzar todo tipo de fibras musculares de esta zona.
Es un ejercicio contraindicado porque acentúa el arco lumbar, dependiendo de cómo se haga. Un extendido error. Se suele hacer inconscientemente para ayudar a los abdominales elevar el tronco, y lo que se consigue es sobreestirar la musculatura posterior de la cabeza.
Se sitúa por debajo del recto anterior, en una zona más profunda, y sus fibras discurren perpendiculares a las del recto, horizontales. Por eso es como una especie de faja que contiene las vísceras y cuando está bien tonificado consigue que tengas un vientre plano. No produce un movimiento del tronco, sólo aplanamiento del tronco.
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